lunes, 4 de marzo de 2013

Un entremés entre la realidad y los sueños

Que sacas con ir a un templo con una cantidad de gente a tu alrededor sí:
1. Terminas la celebración y es de una a hablar del otro
2. Presumes de Dios como si Él fuera uno y nada más para ti
3. Tu vocación espiritual te transforma en un fanático
4. El pensamiento abierto se transforma en una contrariedad protagórica
5. Olvidas que el ser humano da divinidad a lo inexplicable y es un principio aristotélico
6. Son tus convicciones y no debes imponerlas a nadie más
7. Una religión, dogma, doctrina, o como quieras llamarlo, siempre enceguecerá a su público, pues como diría Marx: La religión es el opio del pueblo.
8. Piensas que eres monoteísta, pero no te das cuenta que el concepto de Dios es múltiple. Así que bajo esto, ¿Dios no será más de uno?
9. Hasta que no encuentres tu verdadera paz en la naturaleza y entiendas que haces parte del ciclo de la vida, como todos los seres vivos, no entenderás los designios Supremos.
10. La fuerza Suprema (como quieras llamarlo) es sólo una cuestión nominal, pero justamente la cuestionas con cosas como: ¿Por qué me pasa esto?

Sólo deja que fluya la energía vital, no razones, sólo deja que el silencio sea tu guía y tu Iluminación sea por ver más allá de lo material. Ahí se las dejo.


Jork. Marzo 04/13

viernes, 23 de noviembre de 2012

A la mier… la música actual, lo mío es la electrónica.


A la mier… la música actual, lo mío es la electrónica.

Desde hace tiempo, más o menos de la época del surgir del CD, la música electrónica ha pasado por muchísimas manos y creadores. Estamos hablando de casi dos décadas y aun la sigo escuchando. Soy de las pocas personas en este mundo que siendo heterosexual (sin discriminar nadie que le guste la filosofía de aquella hermosa ex reina de belleza que afloró la igualdad de seres con hombre con hombre, mujer con mujer) y que encuentra en su música la energía que aun transmite sin fomentar una degeneración social explícita. Para muchos otros quizás no sea de su agrado, pues hallan en el rock la forma de desahogar sus energías y sus ideas, y también lo comparto, pero estas líneas no son acerca de este género, no señor.
A un compás repetitivo que hace mover las cabezas como si se estuviera llamando a alguien o simplemente contándolas, este género musical ha salido de tantas fusiones e infusiones, de tantos experimentos musicales que ya se pierde la cuenta de los géneros que le dieron comienzo a esta música. Pero prevalece con una intensidad desbordante al punto que en cualquier discoteca, rumba, o fiesta en algún momento se va a escuchar algo de electrónica. Y no por su repetición, sino porque la música es tan mágica que se hace sincronizar las pulsaciones de tu corazón y permite una circulación más álgida de la sangre. Sin barbitúricos, sin estimulantes, es ir a 120 km/h cuando realmente se va a 10 km/h. No niego que escucho vallenato, bailo salsa y me disfruto el merengue, pero cuando empiezan a incursionar lentamente el compás de una música clandestina, de un movimiento estrambótico de luces o simplemente el cerrar los ojos y dejar que la descarga musical se meta por tus venas, dejo todo a un lado y la música pasa de ser un camino a ser una expresión.
Y es que este arte de producir esta música es un trabajo también que mueve masas por doquier. He escuchado que no les gusta, que no les interesa, pero la electrónica no es sólo chis pum chis pum chis pum chis chis chis, es también el uso de mejoras digitales, limpieza de sonidos que hasta los cantantes de vallenato o de cualquier género no pueden vivir sin ellos, es como un Photoshop auditivo. Pero lo mío no es la digitalización lo mío es el escuchar y sentir la música, de comprobar hasta donde por medio de tonalidades y mezclas los sentimientos van entrelazándose y formándose en un solo ser: YO.

Electrónica vs. Reggaetón
¡Qué profanación estoy haciendo! ¡Esto es pelea de tigre con burro amarrado! Pero en fin, las diferencias son muchas, empezando por los atuendos, la forma de ver el mundo, tantas cosas… Pero cada quien con sus gustos. ¿Qué es lo bueno del reggaetón? Que es en español, si se le puede llamar así. Un español a veces erótico, a veces vulgar, a veces pornográfico, a veces romántico (¿Realmente lo hay?)  Mientras que en el mundo electrónico está un lema muy hippie que prevalece aun después de tanto tiempo: Paz y Amor, algo que no ocurre con el otro género en cuestión. A pesar de sus ritmos parecidos, los dos van por caminos diferentes siendo uno que busca estar siempre con las manos arribas, el otro con las manos ocupadas (el que lo entendió lo entendió).  La euforia es un estado permanente al transcurrir las mezclas, el movimiento de saltos, de permitir que el cuerpo baile libremente y sin tapujos hacen que sea tan saludable como estimulante, mucho más que estar deseando algo que quizás en esa noche será de él/ella.

LA ODA A LA ELECTRÓNICA
Quiero terminar mi pequeña y grosa intervención con lo siguiente:
Música sin letras,
Que creas sin razón el mensaje de tu ritmo
Inyectando fuerza, energía y libertad en mi mente
Sólo tú has conseguido que la mente se conecte
Viajando a la velocidad de la luz
Entre bits y bajos, entre acrílicos y tornamesas
No abandones a quien fielmente ha servido
A la alegría de tu grandeza, a las gotas caídas de un cuerpo que no se cansa
Electrónica, ritmos clandestinos y globales
Masas de seres humanos hacen de ti la mejor descarga
Y la expresión de una sola voz: LOOOOOVEEEEEEEEEE


JORGE ANGEL BAUTISTA

DE ORUGA A MARIPOSA: LA PARROQUIA QUE SE VOLVIÓ CATEDRAL


DE ORUGA A MARIPOSA: LA PARROQUIA QUE SE VOLVIÓ CATEDRAL
Son las dos de la tarde y no muy lejos de la acera se siente el desorden y la algarabía sonora de carros y buses que buscan pasar el semáforo de la Carrera 45 con Calle 53. Se deben esperar unos instantes para poder hacer conexión con un sitio de paz y tranquilidad para el alma y el cuerpo. Ese afán y la impaciencia de hoy en día no dejan ver una figura arquitectónica que se impone silenciosamente al costado occidental de una plazoleta plana y calurosa. Sus siete majestuosos vitrales de colores vivos y equilibrados nos da la bienvenida.
Son 4.274 metros cuadrados y su capacidad de abarcar en ella unas cuatro mil personas en su interior, lo que la hacen marcar la diferencia entre muchas otras edificaciones del lugar, tanto de día y mucho más de noche pues irradia belleza por su estilo modernista que toma protagonismo, robándose las miradas de propios y extranjeros. Es el punto de cero de la ciudad, es la “Catedral Metropolitana María Reina de Barranquilla” o como es comúnmente conocida: “Catedral Metropolitana de Barranquilla”.
Al sólo estar en la puerta principal de este templo, su interior cargado de tranquilidad y de encuentro espiritual con los que profesan la fe católica nos invita lentamente a ingresar. Realmente estamos en la Puerta de Oro. Allí mismo, donde jóvenes y adultos disfrutan pasar un rato en las escaleras que dan con esta emblemática edificación, por años ha sido tomada como punto de referencia para charlar, conocer y/o simplemente visitar, se encuentra uno de los ritos del catolicismo: Elevar deseos o plegarias a la Santísima Virgen María Reina, patrona la Catedral, o al Cristo Libertador del cual hay una escultura antigua que representa la liberación de la muerte lograda por Él, entre otras imágenes santas que hay en este lugar.
Y es que este sitio que no puede pasarse por alto si de conocer a Barranquilla se trata, pues el icono de una sociedad es su religión y esta estructura no deja de ser la excepción, demostrando el avance de la sociedad barranquillera en los principios del siglo XX.
Con ojos ya cansados de tanto trabajar, de soles y atardeceres católicos, y de una santidad comparada con la del sacerdote, el sacristán Hernando de Castro se convierte en el guía histórico del lugar. Su edad se iguala a la cantidad de años que tiene la arquidiócesis no lo hacen perder su memoria, y sonriente dice: “Su construcción tiene una historia particular como toda obra colombiana. En principio, su modelo sería una idea renacentista del arquitecto italiano Angelo Mazzoni de Grande, pero fue la firma denominada “Vázquez y Cárdenas” quien la rediseñan a algo modernista”.
A paso lento pero seguro, este hombre que ha pasado su vida entre los sacramentos de la Iglesia, narra como si hubiera sido ayer el surgimiento del hoy epicentro de la arquidiócesis del Atlántico. “En ese entonces estaba Monseñor Gallego quien se responsabilizó de la construcción y estuvo al frente de la misma inclusive antes que fuera Catedral”, continuó: “Antes no se llamaba así, su antiguo nombre era ‘Parroquia de San Nicolás de Tolentino’ y para mediados de la década del 50, lo cogen otros señores (Agustín Bertalotto y Rafael Di Muzio) pero no le gustan al obispo Francisco Gallego Pérez, quien renegocia el contrato con Mazzoni pero en últimas lo terminaron construyendo “Vázquez y Cárdenas” que eran de Medellín.” Saluda a las señoras que han siempre han estado, quizás el mismo tiempo que él, rezando y sosteniendo la fe y la tradición por mucho tiempo.
Por un instante, nuestro guía se desvía de camino y desaparece,  aprovecho para preguntarle a alguien más, quizás a las viejitas que allí rezan sagradamente el Rosario. “Para los años sesenta, Barranquilla aun no veía la luz con la construcción de la Catedral, hubo muchas discusiones de cómo debía construirse y aparte de eso nos trasladaron a Cali al obispo Gallego, quien estaba a cargo, pero todo quedó en buenas manos y finalmente, después de más de 20 años de espera, el 7 de Julio de 1982, lo que era parroquia se convirtió en Catedral, y pasó de llamarse templo de San Nicolás al de María Reina.” Entre esas interrumpió otra señora diciendo: “Niñas, ustedes no habían nacido en esa época, pero para ese entonces hasta ahora se estaba construyendo la parroquia de María Reina, y luego un año después el papa Pío VI autoriza que sea arquidiócesis y fue una gran alegría”. Nos retiramos de allí al darnos cuenta que los años no llegan solos y lo que empezó como una contribución terminó en un intercambio de ideas que deberán rezar muchos rosarios.
Nos dirigíamos hacia la escultura de Cristo Libertador, cuando el señor Hernando nos toma por sorpresa y prosigue su charla como si nunca se hubiera ido: “Desde el momento en que se construyó y su posterior visita de su Santidad el Papa Juan Pablo II (se echa la bendición y nos recuerda brevemente su biografía) la Catedral empieza a desgastarse y a faltarle mantenimiento, hasta cuando en el año 2000 el párroco Claudio Martín Blanco se le ocurre la idea de reunir fondos para la restauración llevando a cabo el el evento de nombre: “Catedratón” respaldada por muchas personalidades y empresas de la ciudad. Para el 2003 el nuevo párroco, Monseñor Víctor Tamayo continúa con esta iniciativa que ha arrojado muy buenos resultados tanto así que ha servido para la manutención de sus vitrales, y la construcción de otros templos en la capital del Atlántico.” Cabe resaltar, que  fue en 1982 se decreta pasar a titulo de Catedral, y en 1986 el Papa Juan Pablo II visita la catedral, su primer Arzobispo fue Monseñor German Villa Gaviria. El 7 de julio de este año  la catedral cumplió 80 años de haber sido nombrada arquidiócesis, la misma edad de nuestro guía. “A mí me hacen una misa especial porque yo cumplo en el mismo año en que la arquidiócesis cumple años, tenemos la misma edad (risas)” así siempre será recordado Hernando, como el hombre que fue sacristán mucho antes que la Catedral fuera el icono que es actualmente.
Seguimos el recorrido por su interior y nos encontramos con los vitrales, elementos representativos y central de esta edificación que según la religión católica, y según su ubicación de derecha a izquierda de los mismos, representa los días en que Jesucristo creo el mundo; también representan los sacramentos (bautismo, primera comunión, confirmación, matrimonio, orden sacerdotal) y como nos confirma su más fiel y quizás más antiguo trabajador:  “sus piezas fueron importadas de Italia, los cuales se encuentran en reparación en este momento. La Capilla del Santísimo es donde personas devotas llegan a orar durante muchas horas, es otro elemento que se roba la atención de todos los que vienen por acá.”
Sin embargo, se nota que la tristeza ronda el lugar. Sucede que hoy en día, esta prestigiosa construcción se ha visto afectada por el “supuesto arte callejero” y que no respeta pared ni muro limpio en la ciudad, y esta Iglesia no ha sido la excepción. El vandalismo y la falta de cultura ciudadana, han hecho de las suyas tal como ha sido el rompimiento de los vitrales, la aparición de grafitis y desagradable olor de baño público de indigentes hacen que se opaque la belleza del lugar. Además, estos problemas que parecen simples, representan una pérdida económica, debido a que su reparación es costosa, ya que los materiales con que está edificado este monumento son importados, la dificultad de reparar estos daños se vuelve tediosa y carísima para el bolsillo que no tiene para ayudar a mejorar un patrimonio de la Arenosa, pero sí de patrocinar la borrachera de alguien más.
Nuestro guía se da cuenta que son las cinco de la tarde y justo el día en que fuimos hay bautismos, así que con un apretón de manos, unos sabios consejos de la vejez y una foto del recuerdo, se despide, con esa misma mirada esperanzadora, anhelando esa hermosa juventud que recibe a Cristo en su corazón puedan ayudar en un futuro no muy lejano, cuando él ya no esté, a que su legado pueda preservarse entre los muros que lo vieron crecer.

SHELIDETH FERNÁNDEZ
IVANA FIGUEROA

BARRIO ABAJO: EL ORIGEN OLVIDADO


BARRIO ABAJO: EL ORIGEN OLVIDADO
Inmerso en la metrópoli de hoy, Erick Ojeda, un sobreviviente de la época mágica de la Barranquilla de ayer, recuerda sentado en su mecedora del tiempo aquellos momentos donde “Barrio Abajo” se convirtió en el precursor de la ciudad que se conoce hoy.  “La historia de Barrio Abajo se remonta cuando en la ciudad sólo existían dos barrios: El Alto Prado y éste, donde con el tiempo se van dando otros barrios como Las Nieves y el Rebolo”. En un breve silencio, continúa: “Todo lo que llegaba a Barranquilla era por aquí, con la Intendencia donde las canoas y los Johnson provenientes del Magdalena y Bolívar ingresaban con la mercancía.” Aquí comienza la historia del barrio.
En la Calle 50 con Carrera 50 inicia nuestra travesía histórica. Fue desde allí donde se fundó como tal la ciudad, a nivel cultural donde inició el Carnaval y a nivel económico, lo empresarial. Con un tono pausado, con su tranquilidad característica y su mirada construyendo nuevamente lo que el tiempo cambió, Erick con el olor del aceite en el ambiente, evocó más recuerdos que fueron dichos con sencillez y simpatía. “Aquí se han gestado empresas, agrupaciones, personajes de la farándula, del Carnaval, etc. Hemos quedado en el medio, ni en lo más bajo ni en lo más alto, y esto nos ha permitido tener un auge comercial en esta época”. Y continuó: “se ha considerado que el barrio es un lugar peligroso, y en realidad lo fue, pero se ha estado trabajando por cambiar la imagen, desde haciendo limpieza hasta realizando actividades culturales propias de la ciudad, y a esto le sumamos la participación en el Carnaval.” Cabe resaltar que este barrio fue conocido también como: “Bajo Manhattan” porque fue por este mismo lugar por el que los “negritos” como antes los llaman (hoy “afrodescendencia”) hicieron su arribo por medio de las canoas que usaban el río Magdalena.
Con júbilo y orgullo Erick resaltó: “En este barrio tenemos centros comerciales, universidades, los bomberos, más instituciones y se está construyendo un almacén para el hogar. Ya Barrio Abajo no es peligroso, estamos retomando el prestigio gracias al trabajo, la cultura; lógicamente hay secuelas, pero el estigma ya se ha quitado también porque la Casa del Carnaval le ha dado mucho realce al barrio.” En su pequeño camión, la travesía por este barrio siguió su camino, indicando con la mano y con sus historias el surgimiento de la ciudad que se conoce hoy. Entre palabras aleatorias y preguntas sin organizar, se detuvo un instante y se refirió al “baluarte del barrio”: “La familia Rentería vino y creció en Barrio Abajo y luego se fueron para el barrio Modelo, tenemos el orgullo de decir que fue acá donde se forjó Edgar Rentería.” Estas palabras fueron interrumpidas por los ladridos de su perro, una mascota grande, blanca y con sus años encima que pareciera ser el fiel compañero de las andanzas en el tiempo de nuestro guía, retornándonos a la realidad de las motos y carros que pasan allí.
El viejo y pequeño camión sigue allí, no se ha movido, sólo la mecedora donde él estaba se mueve un poco para ayudar al ya cansado y entrado en años “historiador”. La travesía iba a continuar, pero en ese instante, una mujer con cabellera blanca por las canas de la experiencia y su caminado pausado, como si estuviera recogiendo sus pasos, nos ofrece una bebida fría y refrescante con un ponqué de acompañante que nos deja listos para continuar el viaje. Con su apariencia desgastada por los años, continúa su relato: “Aquí se encuentra también el colegio Ester de Pélaez en el cual se les dio clases a los afrodescendientes, la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, está el Estadio de Béisbol y hay unos arroyos llamados “La María y la Felicidad” siendo éstos conocidos por los habitantes del sector”.  Frunce el ceño, respira profundo y vuelve a mirar hacia afuera de su morada.
“El barrio necesita que sea declarado por un ente como patrimonio histórico y cultural de Barranquilla porque el sector se está revalorizando por las empresas que están aledañas y los impuestos se están incrementando, y se espera que con esto baje el costo de los mismos, también la construcción de un puesto de salud y que la chatarrización sea erradicada del sector porque esto está generando problemas a nivel social como la indigencia.” Ese mismo rostro conservado por el tiempo, con su cabeza completamente ausente de cabello y sin la timidez que tenía al iniciar la tarde, gira por un instante para mirar hacia el piso y reflexionar un momento, luego dice: “La fábrica del aceite antes nos perjudicaba pero ahora gracias los entes de control y las reformas ecológicas han hecho disminuir el olor, y ya nos hemos acostumbrado. Actualmente, se está gestionando con la Junta Comunal el dar empleo a los jóvenes, ayudas para el deporte y para la Casa de la Cultura.”  No es fácil seguirle la línea a la historia, el ruido y el constante ladrido de la mascota interrumpen constantemente, dañando el realismo mágico del momento.
Sin embargo, estos parecen no importarle a Erick, acostumbrado ya por los años al olor del aceite y del tránsito que por allí permanece. “Se llama Barrio Abajo porque anteriormente existía la parte alta y baja del barrio y luego se subdividieron en: Barrio Abajo, Prado Viejo y Nuevo, y de allí la extinción del mismo. Nuestro barrio empieza desde la Carrera 53 y va hasta la plaza de la Aduana, pero en los libros los subdividieron.”
De repente su pequeños se engrandecen por la impresión que aún le generó la noticia: “Antes que existiera el Portal del Prado y la actual estación de gasolina, hubo una empresa llamada “Holanda Colombia” que tenía productos químicos y por una falla al parecer humana, estalló destruyendo la cuadra entera.” El silencio ronda el lugar por un instante, al parecer aun él puede sentir el olor y el ruido de ese macabro suceso aun ronda su mente.
En este barrio, donde las viviendas tenían un aspecto colonial, además de tener la parroquia más beisbolera de la ciudad, entre una de las características de sus habitantes era su autosuficiencia ya que sobrevivían sin necesidad de salir de su barrio, la generosidad, la humildad, la ayuda mutua, la alegría donde los niños correteaban libremente por los callejones de éste, donde la arquitectura ha influido en la unión de sus nativos; una de sus costumbres era asomarse a las ventanas o a las puertas para ver pasar los espectadores que llegaban o salían del estadio Tomás Arrieta, debido a que en ese momento la televisión aun no hacía su aparición.
Cuando Erick iba a continuar con su relato, sonó el teléfono y con voz recia lo atendió, en esas, se nos acercó la mamá de él y nos dijo: “Éste fue el primer barrio de invasión de Barranquilla y comenzó a ser llamado “La Cueva de Montecristo”, los bajeros inventaban apodos para los barrios vecinos, como fue el Barrio Mosca burlándose del Barrio Modelo pues allí funcionaba el basurero municipal (…), una de las costumbres en esa época, era que en las casas colgaban pencas de sábila encima de la puerta que daba al comedor, asomarse a las ventanas era la forma más común de romper el aburrimiento, una que otra mujer saludaba y otras miraban a los jóvenes pasar; la vida era más sana que hoy en día, los padres se esmeraban por darle a sus hijos una buena crianza en el aspecto moral, los niños debían mantener limpios sus zapatos; colaborar con los quehaceres de la casa tanto hombres como mujeres siendo obedientes y fáciles de complacer; se veía una dedicación y amistad entre padres e hijos”. Diciendo esto, se fue divagando al notar que su hijo regresaba a la silla.
Mientras el saludaba como buen bajero a sus vecinos, llegó la hermana y rápidamente se dio cuenta que Erick nos estaba contando las historia del barrio y después de tocar varios temas, expresó: “Mi papá me decía que las tiendas eran el lugar por excelencia para los bajeros, donde habían reuniones sociales y consultorios psiquiátricos del vecindario, de lugares propiciados en esquinas y por las mesas y sillas con que amoblaban el espacio, a las horas de la tarde se convertían en bares o garitos donde jugaban partidas de dominó, discuten del fútbol, béisbol o política. Nosotros aun recordamos famosas tiendas como El Tokio, La Nube Blanca, La Siempreviva, el Canelo, el Bar Venecia, La Sorda, La Penumbra, El Paralelo 38, La Redención, Tienda-Estadero La Felicidad. También hubo en nuestro el ingreso de los Burdeles que habían en esa época entre los que se puede mencionar: La Gran Jota, El Trópico, Margot, El Camaru, El Farolito, El Atómico y La Cueva de Morgan en los cuales las prostitutas de acuerdo a la apariencia del cliente le cobraban, habían unas prostitutas que de acuerdo a  su intelecto les permitía sostener una conversación con sus clientes y así ganaban mucho más, pues eran hombres prestigiosos y en su mayoría comprometidos.” Y diciendo esto, se despidió, con una calurosa sonrisa, demostrando así que los bajeros mantienen su tradición oral intacta.
A través del recorrido histórico que se hizo desde los inicios de nuestra ciudad, no podemos dejar atrás el arraigo cultural que trae consigo el barrio abajo, como lo es el Carnaval de Barranquilla. Erick añade: “Se ha destacado mucho en los grupos folclóricos, las danzas como la del Toro Grande y disfraces como el de la marimonda; cumbiambas como Agua Pa mí;  comparsas como Palo con esa Gente o las Marimondas del barrio Abajo y las letanías que han tenido un lugar importante en el Carnaval de Barranquilla; la Casa Del Carnaval y no podríamos olvidarnos de los personajes que salen en estos desfiles como el rey Momo, la Reina del Carnaval, los bailarines y los músicos como Esthercita Forero, Joe Arroyo, Martha Emiliani, Julieta Consuegra, entre otros”.
Erick al mirar su reloj negro, se da cuenta que es un poco tarde, así que antes de despedirse se da cuenta que pasó a un personaje por alto y a su vez a una celebración tradicional de la ciudad: Esthercita Forero y la Guacherna. “La Guacherna nació a comienzos del siglo XX aquí. Los vecinos llamaban con el guache (un instrumento de percusión que produce un sonido similar al de la maraca) a los demás para que comenzarán a preparar las danzas al son de tamboras y flauta e millo, siempre acompañados de los mechones y velones para alumbrar la noche. De allí viene la palabra Guacherna” y diciendo esto, nos da un apretón de manos y se levanta de la mecedora, no sin antes recordar que el patrimonio de Barranquilla inició en el barrio donde él vive. Los bajeros son un icono de la ciudad y de personas que sólo piensan en expandirse y adquirir un pensamiento más abierto y globalizado. La tradición que mostró Erick Ojeda, nos demuestra que la tradición oral perpetúa en las familias formadas en el sector, recordando los valores del verdadero barranquillero.
De esta manera, al darle la espalda a la residencia de este sobreviviente cultural, de sus arraigos culturales y evitar la pérdida de identidad, regresamos a la realidad, al smog, a la invasión citadina del concreto, del transporte masivo y de la globalización que cada día sepulta la identidad de nuestra ciudad. Ojalá se logre el objetivo que la comunidad del Barrio Abajo busque y no se pierda el origen de la cultura de la Arenosa.

SHELIDETH FERNÁNDEZ
IVANA FIGUEROA

miércoles, 21 de noviembre de 2012

GOLEADA HISTÓRICA A LA DIPLOMACIA COLOMBIANA: EL 8-0 DE LA HAYA, ¿LA GOTA QUE REBOSÓ LA COPA?


GOLEADA HISTÓRICA A LA DIPLOMACIA COLOMBIANA: EL 8-0 DE LA HAYA, ¿LA GOTA QUE REBOSÓ LA COPA?
No ha pasado mucho tiempo desde la decisión de la Haya acerca de la soberanía colombiana en mares caribeños y el desparpajo de poderío que hizo con esta patria dolida. Pero, estábamos felices sin que nadie nos molestara la vida hasta ese día fatídico que iniciaba. Era el comienzo de la pesadilla que se había repetido en el pasado con Perú, Venezuela y Panamá.  Hagamos memoria: 1830, negociaciones con Venezuela. Sucedió cuando la Patria tricolor era una joven granadina y se separó la Nueva Granada en tres estados: Ecuador, Venezuela y nosotros. Gracias a un señor “serio” llamado Michelena y a Pombo (no el de “rin rin renacuajo) se trazaron los límites con Colombia. Este acto de astucia y malicia indígena duró casi 50 años, donde al final perdimos los mogotes de los Frailes. 1-0 y esto no terminaba pues en 1952, un político brillante les envió una carta a nuestros amigos bolivarianos,  de forma muy cortés y elegante “regalándole unos islotes llamados “los Monjes”. 2-0 y hasta ahora iniciaba este encuentro, porque después del litigio de final de siglo XIX, del autogol por parte de Holguín, llegaría el 3-0 de la primera parte: Fueron tres toques, en 1829, 1911 y 1932, que fue donde se concretó el magno golazo porque el gobierno colombiano siempre fue incapaz de ayudar a su población y velar por el cumpliendo de la misma.
Llega el 4-0 también de forma muy ofensiva con el país ecuatoriano, a cargo de un general hambriento de poder y tierras llamado Juan José Flores, empiezan una serie de invasiones que terminan “legalizándose” en 1916. Donde invadieron ellos, les fue aprobado, y volvimos a perder. No contentos con semejante estampida de ataques fronterizos, Brasil no se queda atrás y así llegamos al 5-0 PARCIAL. Por medio del tratado de 1853 se reconoció al Brasil, como límites de sus fronteras, la línea APAPORIS TABATINGA, que comprendía ricas y extensas regiones entre los ríos Caquetá, las Bocas de YAVARI y luego, en línea recta, hasta el brazo del AVATIPARANA. El Congreso granadino quiso oponerse en un principio a esta negociación hecha por el señor LORENZO MARIA LLERAS, Secretario del Exterior del señor JOSE MARIA OBANDO, pero luego terminó ratificando el tratado, a pesar de los argumentos expuestos por el senador FERNANDO MADRID, en defensa de los derechos granadinos. Y para confirmar el tratado anterior, más tarde, el señor ALFREDO VASQUEZ COBO, en su calidad de ministro de Relaciones Exteriores de la Administración REYES, firmó el tratado del 24 de abril de 1907 otorgándole a Brasil todos los territorios quitados a Colombia en épocas pasadas. A manera de compensación por las cesiones territoriales, adquirió Colombia el derecho de navegación por el río Amazonas que se legalizó mediante el tratado firmado por los dos países, en Río de Janeiro, el 15 de noviembre de 1928.

EL 6-0 POR UN DELANTERO PANAMEÑO
A finales del siglo XIX y comienzos del XX después de toda la purga, invasión explotación y arrinconamiento del gobierno colombiano y su poco accionar, llegó el gol que quizás a muchos despertó: la separación de Panamá. Siendo un departamento en aquel entonces olvidado (quizás como el Chocó u otro que anda por ahí apenas por los mapas) y el interés de los hoy amigos nuestros americanos, comenzaron a fraguarse disputas e inconvenientes de intereses entre Estados Unidos y congresistas colombianos que llegando a 1914 donde ya no se daba más por un trato diplomático se logra llegar a un acuerdo tembloroso e ingenuo que se rompe y se re-establece en 1924 cuando Colombia y su anterior departamento Panamá firmaron un tratado donde quedaba legalizada y reconocida la pérdida de Panamá.
El 7-0 que nadie ha visto fue una habilitación de Costa Rica y Nicaragua, siempre pendientes del Mar Caribe, como buitres esperando apropiarse de cualquier migaja territorial que se pueda quedar por fuera. De esta manera, como ocurrió con los otros países, se volvió a perder más terreno colombiano.

EL 8-0 DE LA HAYA, LA COPA QUE REBOSÓ LA COPA
Llegó el 21 de Noviembre de 2012 y después de un reclamo, al parecer visual por parte del gobierno nicaragüense que llevaba insistiendo desde la segunda mitad del siglo XX, logran una victoria increíble. Le vuelven a meter un gol a la diplomacia colombiana quitándole 75.000 km2 del mar de los siete colores, pero nos dan los 7 cayos (que hasta el sol de hoy muy pocos sabían que existían) y lógicamente (gracias a Dios) le dejan la soberanía al gobierno colombiano en las islas. Sólo hasta hoy, más de la mitad del pueblo colombiano promedio le pareció infame, injusto, desagradable y falto de pantalones, pero más de uno desconoce que Colombia ya está acostumbrada a perder terreno y territorio si a nivel diplomático se refiere. Que tristeza que el colombiano esté acostumbrado a valorar lo que tiene sólo hasta que lo pierde, sólo se grita y se preocupan cuando ya todo está consumado, cuando ya no hay una vuelta atrás inmediata y ve cómo el balón de la Diplomacia le hace gol de túnel al arquero, o esta vez, a la arquera que no supo atajar y temió por un falso poderío o ataque nicaragüense.
El Depto. de San Andrés, Providencia y Sta. Catalina ha sido un pueblo olvidado por el gobierno, que ha tenido que salir adelante por sí misma entre huracanes, traquetos de porcelana y sicariato para poder subsistir. La hotelería y el turismo han hecho los motores de supervivencia del isleño, pero ahora con el fallo todos se acuerdan que existían unas islas que no sólo sirven para vacacionar. Ahora todos saben que hay 7 cayos, pero lo que nadie sabe es que el tesoro que nos quitaron era la forma de subsistencia para muchísimas personas. Es cuestión de tiempo que un mártir en esas aguas sea mitigado y desaparecido para ver si esta selección de la Haya le mete uno o dos golecitos más a la portería diplomática, portería  que tiene un arquero que tapa para sí mismo sus intereses y poco ayuda a mantener la soberanía del país. Aun así recordamos y aun así perdemos, ¿qué nos pasa?

jueves, 29 de marzo de 2012

THE DIVIDE/ THE FALLOUT - LA DIVISIÓN (2001)



Sinopsis

Thriller post-apocalíptico que empieza con una pandemia y una caótica carrera hacia el sótano de un edificio de apartamentos en Nueva York justo antes de que afuera la ciudad se vea diezmada. Cuando una explosión catastrófica arrasa Nuevo York, 8 extraños se guarecen en el sótano de un edificio, un refugio nuclear diseñado por el paranoico encargado Mickey. El lugar tiene apenas espacio con 3 habitaciones conectadas, pero tiene reservas de alimentos y agua, y al menos el grupo está a salvo de los horrores del exterior. Así que se asientan e intentan comprender la catástrofe que ha terminado con sus vidas cotidianas que tanto amaban.

Pero de repente, unos hombres con trajes de protección anticontaminación asaltan el refugio abriendo fuego. El grupo une fuerzas para enfrentarse a ellos sin saber que buscan y el motivo de tan despiadada incursión. Con muertos en ambos bandos, los asaltantes se retiran momentáneamente, aunque lo peor aún está por llegar. El miedo a la radiación, los alimentos que empiezan a menguar y la sensación de claustrofobia empiezan a hacer mella en sus mentes, mientras que la joven y guapa Eva tiene otras preocupaciones más inmediatas. Su prometido Sam, no es precisamente el más fuerte entre los presentes, que se van volviendo lentamente desesperados y violentos animales de rapiña. Cuando la tensión llega a su punto álgido, Sam se ve impotente de proteger a Eva, la cual deberá depender de su ingenio para salvarse en un estremecedor acto final. 


(Sinopsis e imagen tomada de: http://www.cuevana.tv)


MI CRÍTICA: Si bien es cierto que es algo lenta, la verdad me gustó la trama de la historia, es cautivante, te mantiene en suspenso y puede ser desde la perspectiva social, un claro ejemplo de la corrupción del ser humano en su máxima expresión cuando se tiene el poder y cuando no hay unas leyes que regulen al hombre. La posibilidad de supervivencia en este caso fue de la más fuerte mentalmente quien aprovechó el momento exacto y preciso que marcó su punto entra la "vida" y la muerte. Final impactante y que deja abierta la pregunta o la intriga de lo qué podría pasar si al Medio Oriente le da por despertar mágicamente en una toma nuclear a U.S. 3 a 4 estrellas. 122 minutos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

CUENTOS BREVES / SHORT STORIES


DOCE HORAS

Son las 5:00 p.m. y es el momento preciso para el café que indica un día finalizado. Han pasado muchas cosas desde que me levanté y ahora que lo pienso no soy la misma de cuando esta mañana el primer rayo de Sol se filtró por entre la cortina de mi habitación. Un pequeño tinto fue quien me dijo “buenos días” mientras recogía del suelo el periódico con las noticias del mundo exterior. Pensé: ¿Para qué se sigue utilizando este medio tan anticuado si las puedo leer por internet? Así que lo coloco encima de la mesa que hace de comedor y que carga unas frutas que esperan su momento para una orgía frutal, esa mezcla única donde pedacitos de una están con la otra, se acompañan, se entregan, se huelen, se piensan, se acarician. Todo ocurrirá cuando sea el tiempo, por ahora, miro el reloj del computador, mi compañero inseparable y segundo más fiel que mi perro Fito, quien a propósito debo sacar a pasear y descubro la hora 5:15 a.m. Con todo esto en mi cabeza, más los parciales de la universidad encima, mi novio molestando al otro lado de la línea, “¡Dios! ¡Que se vaya a trabajar rápido!”, me rió de lo que se me pasó por la cabeza y dejo el vasito del tinto en el lavaplatos. Paso tan rápido como mi sueño y mi conexión con la realidad me dejan hacia mi habitación y busco la ropa deportiva para salir a trotar. 5:30 a.m. y ya tengo listo a Fito con su correa, meneando su peluda cola en la puerta que me conecta con la gris realidad. Sé que si lo pienso no salgo a trotar y me quedo dormida, así que salgo sin pensarlo dos veces, ya vestida y lista, le pongo la correa a mi compañero de ejercicio, abrimos y cerramos la puerta y vamos rumbo a la calle.
Son las 6:00 a.m. y nos encontramos en el parque trotando, dándole monótonas vueltas a esa cancha sintética que ha sido testiga de derrotas y victorias de guerreros deportivos. Noto que la cancha está un poco envejecida pero pienso que es un efecto de luz y sigo trotando hasta las 7:00 a.m. y es cuando mi reloj  así me lo indica.
Tanto Fito como yo terminamos nuestra rutina de trote sin problemas cuando un escalofrío pasa por mi espalda en un instante. “Pareciera que alguien me observa, mejor nos vamos”, esa mente tan ágil y rápida siempre sacándome de problemas le envió un mensaje previo a mi cuerpo y cuando caí otra vez en cuenta ya estaba subiendo las escaleras hacia mi apartamento. Noté que las escaleras estaban algo diferente y no presté atención pues todavía seguía atemorizada por ese sentimiento de persecución que sentí allá afuera. Después de ingresar a mi apartamento, seguí con mi rutina normal, las frutas hicieron de las suyas en el envase, desayuné e hice el resto de menesteres diarios que corresponden previos a irme hacia la universidad. Tengo que confesar que noté el aire un poco pesado junto con ese sentimiento de miedo pero no había prestado mucha atención a eso. Le dejo comida a mi perro y finalmente antes de irme, miro nuevamente el reloj: 8 y 30, es la hora perfecta para llegar a clase de nueve. Recojo mi computador personal mi maleta y me aseguro que todo quede bien y en su orden… “¡Cómo extraño ver a las frutas en su canasta, tan inocentes pero seguras de su destino!” Y con ese pensamiento nostálgico, ya estoy nuevamente afuera, en la gris realidad que lo único que le daba color ahora se encontraba oculto, y estaba vez las nubes era más grises que de costumbre. “Es probable que llueva, menos mal tengo sombrilla en el carro sólo por si acaso” y así, ingreso en él.
Me doy cuenta al irme de ahí que todo se siente más extraño, y mientras pienso eso voy manejando por la ruta acostumbrada. Al ingresar a la universidad, no piden el carné ni me saludan como comúnmente lo hacían, sólo ingreso y dejo mi carro en el puesto correspondiente. Nuevamente pasa ese escalofrío por mi espalda, “alguien me sigue” se me vuelve a pasar por la mente y rápidamente entro a clases. Me doy cuenta que soy la única y ni mis amigas ni nadie están por ahí, las llamo y nadie responde todos  los números suenan “Sistema Correo de Voz”, así que a cada una les dejé un mensaje y me siento a esperar en la cafetería a que llegue la siguiente clase.
“¿Por qué nadie me mira ni me saluda? ¿Acaso estoy mal vestida o que pasó?”  Y mientras estoy divagando veo al final de la cafetería, en una mesa que nunca me gustó a un niño que me observa fijamente, cómo si él me conociera. Es una mirada tenebrosa, así que no lo miro más y cuando subo nuevamente la cabeza, él ya no se encontraba allí. “Y saber que me toca clase hasta las 12” y con ese pensamiento decidí irme a la biblioteca. Allá me quedé estudiando algunos apuntes que tenía del día anterior y me detuve otro momento para pensar: “Acá está más frío que de costumbre, no hay casi gente y los pocos que hay es como si estuvieran aburridos, ¿qué sucederá?” De repente una parte de mí me dice que salga corriendo de ese lugar, que me dirija nuevamente a la cafetería y que busque al niño, a lo mejor tiene algo que ver en esto.
Con esa búsqueda tan incesante olvidé que tenía clase de 12 y para cuando miré mi reloj ya eran las dos de la tarde. El clima no era el mejor, seguía tan gris y lúgubre que no podía estar feliz y sin saber entré en angustia, la ansiedad me corría por la sangre, cerré un momento los ojos y cuando los volví a abrir allí estaba, el niño de ojos negros y mirada escabrosa, siniestra, tenebrosa, estaba ¡AL FRENTE MÍO! Me tomó de la mano y me llevó hacia un sitio donde estaba justamente el periódico que no había visto en la mañana por estar pensando en otras cosas; y en él, se leía el titular: “TERREMOTO ARRASA CON UNA CIUDAD ENTERA”. Un sentimiento de tristeza y agobio me entró de repente en el corazón, mis sentimientos se entrecruzaron y mis ojos enfocaron terriblemente la imagen de la primera plana: La foto mostraba mi edificio en ruinas. Abrí estrepitosamente mis ojos, anonada y sin más que decir miré a ese niño que con tristeza me había dado la espalda y emprendió su camino, perdiéndose en la esquina del bloque A.
Miro el reloj y ya son las 4 de la tarde, no debo porqué estar más en la universidad y horrorizada me voy hacia mi carro y tan pronto como me es posible salgo del alma mater hacia mi hogar, no puedo creer lo del terremoto, no puedo creer que todo haya pasado de un día para otro y yo esté viva que haya trotado, desayunado, haber hecho tantas cosas y luego pasarme esto, tengo que estar segura. Así que cuando llego donde vivo, nada está como estaba esta mañana cuando troté con Fito y mientras observaba no me di cuenta que había alguien en la vía, intento frenar y… ¿Lo atravesé como si nada? Freno, me bajo y trato de ir hacia esa persona, su uniforme me muestra que es de la Cruz Roja, lo intento tocar y no puedo, veo a mis vecinos en la distancia y todos lloran. Al parecer soy la última que me entero de lo sucedido. Observó mi reloj nuevamente y veo que son las 5:00 p.m. y es la hora del café. Un suspiro, cierro mis ojos, los abro y estoy en mi apartamento, con un tinto en la mano y mirando hacia el horizonte, agacho mi cabeza y llego a la escabrosa conclusión: Estoy muerta.
SHELIDETH FERNÁNDEZ