GOLEADA HISTÓRICA A
LA DIPLOMACIA COLOMBIANA: EL 8-0 DE LA HAYA, ¿LA GOTA QUE REBOSÓ LA COPA?
No ha pasado mucho tiempo desde la decisión de la Haya
acerca de la soberanía colombiana en mares caribeños y el desparpajo de poderío
que hizo con esta patria dolida. Pero, estábamos felices sin que nadie nos
molestara la vida hasta ese día fatídico que iniciaba. Era el comienzo de la
pesadilla que se había repetido en el pasado con Perú, Venezuela y Panamá. Hagamos memoria: 1830, negociaciones con
Venezuela. Sucedió cuando la Patria tricolor era una joven granadina y se
separó la Nueva Granada en tres estados: Ecuador, Venezuela y nosotros. Gracias
a un señor “serio” llamado Michelena y a Pombo (no el de “rin rin renacuajo) se
trazaron los límites con Colombia. Este acto de astucia y malicia indígena duró
casi 50 años, donde al final perdimos los mogotes de los Frailes. 1-0 y esto no
terminaba pues en 1952, un político brillante les envió una carta a nuestros
amigos bolivarianos, de forma muy cortés
y elegante “regalándole unos islotes llamados “los Monjes”. 2-0 y hasta ahora
iniciaba este encuentro, porque después del litigio de final de siglo XIX, del
autogol por parte de Holguín, llegaría el 3-0 de la primera parte: Fueron tres
toques, en 1829, 1911 y 1932, que fue donde se concretó el magno golazo porque
el gobierno colombiano siempre fue incapaz de ayudar a su población y velar por
el cumpliendo de la misma.
Llega el 4-0 también de forma muy ofensiva con el país
ecuatoriano, a cargo de un general hambriento de poder y tierras llamado Juan
José Flores, empiezan una serie de invasiones que terminan “legalizándose” en
1916. Donde invadieron ellos, les fue aprobado, y volvimos a perder. No
contentos con semejante estampida de ataques fronterizos, Brasil no se queda
atrás y así llegamos al 5-0 PARCIAL. Por medio del tratado de 1853 se reconoció
al Brasil, como límites de sus fronteras, la línea APAPORIS TABATINGA, que
comprendía ricas y extensas regiones entre los ríos Caquetá, las Bocas de
YAVARI y luego, en línea recta, hasta el brazo del AVATIPARANA. El Congreso granadino
quiso oponerse en un principio a esta negociación hecha por el señor LORENZO
MARIA LLERAS, Secretario del Exterior del señor JOSE MARIA OBANDO, pero luego
terminó ratificando el tratado, a pesar de los argumentos expuestos por el
senador FERNANDO MADRID, en defensa de los derechos granadinos. Y para
confirmar el tratado anterior, más tarde, el señor ALFREDO VASQUEZ COBO, en su calidad
de ministro de Relaciones Exteriores de la Administración REYES, firmó el
tratado del 24 de abril de 1907 otorgándole a Brasil todos los territorios
quitados a Colombia en épocas pasadas. A manera de compensación por las
cesiones territoriales, adquirió Colombia el derecho de navegación por el río
Amazonas que se legalizó mediante el tratado firmado por los dos países, en Río
de Janeiro, el 15 de noviembre de 1928.
EL 6-0 POR UN
DELANTERO PANAMEÑO
A finales del siglo XIX y comienzos del XX después de toda
la purga, invasión explotación y arrinconamiento del gobierno colombiano y su
poco accionar, llegó el gol que quizás a muchos despertó: la separación de
Panamá. Siendo un departamento en aquel entonces olvidado (quizás como el Chocó
u otro que anda por ahí apenas por los mapas) y el interés de los hoy amigos
nuestros americanos, comenzaron a fraguarse disputas e inconvenientes de
intereses entre Estados Unidos y congresistas colombianos que llegando a 1914
donde ya no se daba más por un trato diplomático se logra llegar a un acuerdo
tembloroso e ingenuo que se rompe y se re-establece en 1924 cuando Colombia y
su anterior departamento Panamá firmaron un tratado donde quedaba legalizada y
reconocida la pérdida de Panamá.
El 7-0 que nadie ha visto fue una habilitación de Costa Rica
y Nicaragua, siempre pendientes del Mar Caribe, como buitres esperando
apropiarse de cualquier migaja territorial que se pueda quedar por fuera. De esta
manera, como ocurrió con los otros países, se volvió a perder más terreno
colombiano.
EL 8-0 DE LA HAYA, LA
COPA QUE REBOSÓ LA COPA
Llegó el 21 de Noviembre de 2012 y después de un reclamo, al
parecer visual por parte del gobierno nicaragüense que llevaba insistiendo
desde la segunda mitad del siglo XX, logran una victoria increíble. Le vuelven
a meter un gol a la diplomacia colombiana quitándole 75.000 km2 del
mar de los siete colores, pero nos dan los 7 cayos (que hasta el sol de hoy muy
pocos sabían que existían) y lógicamente (gracias a Dios) le dejan la soberanía
al gobierno colombiano en las islas. Sólo hasta hoy, más de la mitad del pueblo
colombiano promedio le pareció infame, injusto, desagradable y falto de
pantalones, pero más de uno desconoce que Colombia ya está acostumbrada a
perder terreno y territorio si a nivel diplomático se refiere. Que tristeza que
el colombiano esté acostumbrado a valorar lo que tiene sólo hasta que lo
pierde, sólo se grita y se preocupan cuando ya todo está consumado, cuando ya
no hay una vuelta atrás inmediata y ve cómo el balón de la Diplomacia le hace
gol de túnel al arquero, o esta vez, a la arquera que no supo atajar y temió
por un falso poderío o ataque nicaragüense.
El Depto. de San Andrés, Providencia y Sta. Catalina ha sido
un pueblo olvidado por el gobierno, que ha tenido que salir adelante por sí
misma entre huracanes, traquetos de porcelana y sicariato para poder subsistir.
La hotelería y el turismo han hecho los motores de supervivencia del isleño,
pero ahora con el fallo todos se acuerdan que existían unas islas que no sólo
sirven para vacacionar. Ahora todos saben que hay 7 cayos, pero lo que nadie
sabe es que el tesoro que nos quitaron era la forma de subsistencia para
muchísimas personas. Es cuestión de tiempo que un mártir en esas aguas sea
mitigado y desaparecido para ver si esta selección de la Haya le mete uno o dos
golecitos más a la portería diplomática, portería que tiene un arquero que tapa para sí mismo
sus intereses y poco ayuda a mantener la soberanía del país. Aun así recordamos y aun así perdemos, ¿qué nos pasa?
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